EL VUELO DE ÁNGEL
A Ángel le gustaba volar. Sus piernas inertes no le impedían llegar, con su silla a motor, allí donde su cabeza le pedía.
Ángel, te has marchado sin apenas hacer ruido, casi sin que nos diéramos cuenta. Acostumbradas a tu carácter arrollador, a tu impulsividad, se hace difícil no sentir tu ausencia, notar que ya no estás.
¡Cuántas veces hemos tenido que poner freno a tus impulsos! "Ángel, te gritábamos, ten cuidado que te vas a llevar por delante a algún niño" Y tú te quejabas, porque querías llegar siempre el primero.
Y del comedor...cómo no hacer alusión a ese momento. "Es que no me gusta, decías, A mí sólo me gustan las patatas cacereñas de mi mamá"
Tu verborrea imparable hizo que te ganases el sobrenombre que cariñosamente te puso Mª jesús: !Piquito de Oro",
Ángel, has emprendido tu último vuelo. Por fin eres libre. libre para soñar, libre para volar. Atrás quedó el sufrimiento. Tus desolados padres, conseguirán acomodar sus sentimientos. Sentirán alivio porque ya no sufres. ¡Hasta siempre Ángel!
